Michoacán quiere sus propios vinos

Michoacán, con antecedentes vitivinícolas, es un Estado pionero en el cultivo de vid y la elaboración de vino en México. Podemos conocer la labor enológica michoacana gracias a las evidencias historiográficas de Fray Toribio de Benavente (mejor conocido como Motolinia), un misionero franciscano quien describe: – “…cerca de Valladolid (hoy Morelia), existen viñedos maravillosos cuyas cosechas se dan dos veces al año…”. El panorama lucía próspero, sin embargo en el año 1595, el Rey Felipe II ordenó arrancar todo registro de vid, incendiar de todo viñedo ubicado en la Nueva España y decretó la prohibición de cualquier actividad relacionada con la vitivinicultura. Pero en la actualidad, México recupera su terreno en la vitivinicultura mundial, los vinos mexicanos están siendo galardonados tanto a nivel nacional como internacional. Y cada vez son más los Estados que se suman a esta loable labor.

Michoacán es uno de esos Estados, que se incorpora al mapa vitivinícola mexicano gracias a la visión que tiene Rubrum Vinos, encabezado por David López, originario de Morelia y aficionado al vino. Chef de profesión que, en el año 2017, comenzó a trabajar en su proyecto.

Rubrum Vinos es un proyecto vitivinícola que, demás de impulsar el cultivo de la vid en una zona distinta, trabaja sus propios viñedos de una manera natural, sustentable y respetando diversos criterios del Método Fukuoka y la agricultura natural, llamada así por el Agricultor, Biólogo y Filósofo japonés “Masanobu Fukuoka”. Por si fuera poco, investigan la forma de convivencia en un sistema agroforestal y auto sustentable.

Rubrum se estableció inicialmente en un espacio de 1,100 m2 de viñedo y se encuentra a una altura de 1986 msnm. El agua de riego proviene principalmente de un pozo, están instalando sistemas de captación de lluvia, las cuales serán concentradas hacia un “bio-lago” con el cual será regado el viñedo. El viñedo cuenta actualmente con 221 cepas cultivadas, de las cuales dieciséis variedades son Vitis Vinífera (destinadas a la producción vinícola), y dos variedades de uva de mesa, más una uva silvestre americana denominada Vitis Tiliifolia, la cual utiliza como patrón de injerto debido a que se encuentra comúnmente en Michoacán, de manera silvestre, en varias zonas de la región, donde puede desarrollarse sin complicaciones por las inclemencias que el clima pudiese presentar en la demarcación, al mismo tiempo que se está llevando a cabo su domesticación para hacer pruebas de vinificación con esta uva autóctona de América.

Las variedades principales de Rubrum son: Shiraz, Tempranillo, Viognier, Moscatel Negro, Merlot, Malbec, Nebbiolo y Listán Prieto, entre otras. Este compendio de variedades tiene como finalidad el estudio ampelográfico y adaptativo de la viña en Michoacán. Las vendimias, en función de cada variedad, se pueden ubicar entre finales de enero y febrero (vendimia de invierno) y entre finales de junio a principios de agosto (vendimia de verano).

David, fundador de Rubrum Vinos, pronostica la primera añada para el público entre 2022 y 2023, aproximadamente; para aquél entonces estima fortalecer su proyecto, convirtiéndolo en un viñedo ecológico, sustentable y armónico.

Grosso modo, el panorama vitivinícola mexicano luce prometedor. Ya son más los Estados emergentes que están ampliando las zonas productoras de vino a nivel nacional y que están iniciando sus proyectos (como el caso de Rubrum Vinos, en Michoacán) o que incluso ya tienen sus vinos en venta al público.

Muchas gracias a la Sommelier Ara Elías por apoyarme en este artículo, y desde luego, muchas gracias también a David quien nos compartió cada detalle para hacer posible esta nota. ¡Salud por el vino mexicano!


Cris Alarcón Leyva

Titulado en Administración de Negocios Internacionales por la Universidad Iberoamericana, Director y Docente en el Instituto Cultural del Vino, miembro de la Asociación de Sommeliers Mexicanos, Sommelier en Uvacava y Director Editorial en Foro Vino.

· Twitter: @SommelierCris

· Instagram: @SommelierCris

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